A Berta Marenco
Cuando aparezca recurrente el día
y como pueda que no acepte, señora:
compartiré con usted tres cuartas partes
de mi catre tras las rejas.
No habrá cárcel entonces.
Y así podrá estar solícita,
apartada de sí misma,
escuchando cómo desentumecen
mil silencios su confinamiento.
Las sombras de los barrotes
le den una idea de la libertad del sol.
Pero usted mejor ignorará
que sólo las sombras en la oscuridad
son libres de cuerpo y de alma.
Estudie, pues, todo lo que puedan contener.
De amores enfriados queden,
como prueba de que pasó por mi cárcel,
en la desertitud de mi pocillo y resonantes:
mil lágrimas batávicas.
Hanzel Lacayo ©
Tomado de "El libro de las separaciones" (2014)
* * *
Berta, siempre nos estás enseñando los mundos que no tocarán nuestras manos.
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