Te lo regalo, pero tiene un agujero.
Lo que hay en él es lo de menos.
Espera y crecerá.
Y como todo buen vino
presidiendo siete noches bajo el corcho,
estoy seguro que te ayudará a brindar
por los claros días y los malos tiempos
―a pesar del agujero―.
"Los Adioses" (2014)
* * *
Crecí mucho escribiendo "Los adioses". A pesar de que contenga muchas sombras, son
sombras que buscan la luz, despegan de sus estigmas, de su cautiverio forzado
alrededor de lo sólido-hiriente; sombras que salen para esperar su día dictado: esperar
esperanzarse.
Me encanta corregirlo durante episodios de
manía. Al día siguiente, los ajustes se mantienen más en pie. El arca y el
terraplén se vuelven uno solo, y se puede partir de la premisa de que todo lo que miré desde la fortaleza, tenía que barrerse para que las sucesiones pudieran
moldearse a gusto: esta grama precisa, un arbusto por aquí, un árbol por allá (lo cual implicó, claro está, salir de la fortaleza).
"Obsequio particular" es ese poema que se acerca mucho a ese panorama, el poema que abre este libro. Espero publicarlo en enero de 2014, si no antes.
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